Un microbiólogo, desmostró junto a otros científicos, que cada familia tiene un aura de bacterias característico que la diferencia de las demás. Ya entonces se hizo una pregunta clave: ¿podrían las comunidades de bacterias encontradas en los objetos personales de una persona desvelar sus últimos movimientos?
Un reciente aluvión de estudios está aportando nuevos datos acerca de la descomunal variedad de vida bacteriana que vive sobre nuestro cuerpo y dentro de él y que se conoce como microbioma humano. Esos estudios han desvelado que los hum
anos nos pasamos unos 124 millones de bacterias con un simple un apretón de manos (chocar los cinco transmite la mitad) y unas 80 millones en un beso con lengua. También que estas comunidades de billones de bacterias están relacionadascon la diabetes, el cáncer y otras enfermedades. Cada persona parece tener una firma bacteriana casi única y sus objetos, también.
En un estudio publicado ayer, el biólogo demostró junto a otros compañeros que esas bacterias que habitan en nuestros objetos personales sirven para reconstruir cuáles han sido nuestros últimos pasos, unos resultados que ya se están intentando aplicar a la justicia para identificar a sospechosos sin necesidad de ADN humano, solo bacteriano. Los expertos tomaron muestras de los teléfonos móviles, los zapatos y el suelo que pisaban dos personas durante dos días “Hemos demostrado que ir de tu sala de estar a la de un amigo produce un importante cambio en la estructura de la comunidad microbiana de tus objetos personales que podemos detectar», explica un investigador y coautor de la investigación.
Los análisis del ADN bacteriano muestran que las comunidades de microbios en los zapatos cambian rápidamente en función del suelo y que su composición característica puede usarse para reconstruir los últimos movimientos de una persona.
“Los zapatos resultan mejores para averiguar dónde ha estado una persona y el teléfono móvil es mejor para obtener una firma personal de su dueño”, explica a Materia Gilbert, que trabaja en la Universidad de Chicago.
Su trabajo también ha desarrollado un programa informático que lee los datos y es capaz de identificar a cada uno de los dos participantes solo en base al ADN de las bacterias pegadas a sus suelas. También ha confirmado el potencial de
este método para rastrear los movimientos de 89 personas.
Estas técnicas aún están en fase de análisis y desarrollo, reconoce Gilbert, pero su equipo, dice, ya está colaborando en un proyecto con el Instituto Nacional de Justicia de EEUU en este sentido.
Uno de los mayores retos para asumir esta tecnología es saber cómo de rápido cambian las comunidades microbianas que llevamos de un lado a otro para saber si realmente pueden ser fiables a la hora de identificar a una persona. Otro estudio publicado ofrece nuevos datos interesantes sobre el tema. El trabajo, publicado en PNAS por investigadores es el primero es demostrar que se puede desvelar la identidad de un grupo de entre un grupo de 200 solo en base a la firma genética que tienen las bacterias en su piel, saliva o heces como si fuera una huella dactilar.
La huella de las bacterias intestinales es especialmente duradera, permitiendo identificar a un individuo hasta un año después.
Foto: Muy interesante
Autor:
Nuño Domínguez
Fuente: El Pais
Es un artículo muy curioso sobre otros métodos de ‘pillar’ al malo además (aunque aquí no lo comenta) podría valer para los detectives y las infidelidades…